miércoles, 6 de octubre de 2010

A la izquierda de la izquierda

Hay querida, que tan a la izquierda estas que ya no te vemos. Tu lucha
ya no es la lucha de nadie más que la tuya, porque tu lucha no es por
los obreros, tu lucha es por vos mismo. Llevas tu rebeldía de
adolescente como bandera. Porque sabes, vamos, con tantos años, sabes
que así nunca vas a gobernar. Y sabes que así siempre vas a poder
hablar desde ese lugar que no representa a nadie y tiene las manos
limpias. Si nunca las usaste izquierda querida. Haces de la política
el arte de lo imposible.
 
Decime, ¿así que el proyecto de participación de las ganancias es
reaccionario? ¿No serás vos el que le hace el juego al capitalismo
salvaje siempre oponiéndote a cualquier avance social de este
gobierno? Tan lejos te fuiste que no te das cuenta que oponerse a las
mismas políticas que se opone la derecha podrida de este país es
pararte en la misma vereda aunque tengas otro discurso. Sos un enano
con delirios de grandeza. Y ahí parado, tan a la izquierda que asomas
por derecha, sos minúsculo.
 
¿Sabes que estoy en el peronismo por las mismas causas que vos? Yo
quiero un país más justo, y no me gusta que me tildes de reaccionario.
Ese país se hace entre todos, entre los buenos y los malos. Porque los
malos están en el poder y con el poder hay que negociar para que no te
aplaste. ¿No te das cuentas que tenemos los mismos enemigos? Pero la
diferencia es que por tu parte los elegiste vos, vamos, que ellos no
te tiene el miedo que si nos tienen a nosotros. No te queres dar
cuenta que desde un panfleto y con tus planteos ya caducos de un mundo
que no existe mas no vas a ningún lado.
 
Te jode tanto que vallamos corriendo los muros y vos lo que queres es
romperlos. Pero te recuerdo que el muro te lo rompieron a vos.
 
Chau, querida. Ojala que algún día despiertes de tu ensueño y vengas
con nosotros, los “oportunistas” y “manipuladores” a ensuciarte las
manos, que un poco de barro no te va a hacer mal.

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